A Marta Jaramillo le suena paradójico que la estructura que unirá el Noroccidente y el Nororiente de Medellín haya distanciado a los integrantes de su familia.
Si bien acepta que la construcción del puente Madre Laura les traerá progreso al barrio y a la ciudad lamenta que, sin quererlo, haya tenido que dejar su casa, la tienda que le daba el sustento y a su madre.
“Mi papá y mi mamá están negociando. Yo ya vendí”, dice.
Mientras tanto, a toda marcha, ingenieros y obreros—másde 815 en turnos de 24 horas— trabajan en el puente, el más grande de los intraurbanos que hay en el país.
La obra, que tendrá 786 metros de longitud, avanza en un 67 por ciento y por estos días los trabajos se enfocan en un tramo, que va sobre la autopista Norte, y que se espera esté listo a final de este mes.
Testigo de los avances es Leidy Johana Hernández, quien vive hace tres meses en el sector aledaño al puente y cree que la ventaja más importante es que unirá a Castilla con Aranjuez y que le servirá para llegar más rápido a la Autopista Norte.
“La desventaja que nos trae la obra es que el impuesto llegará más alto. Además, que el ruido se incrementará”, anota.
Alrededor del hierro de las vigas y el cemento de las vías aún se dejan ver los pedazos de ladrillos de algunas de las 487 casas que la Alcaldía debió comprar o expropiar para iniciar el megaproyecto.
Aunque sabe que esa labor siempre es traumática, Javier Darío Toro, secretario de Infraestructura de Medellín, afirma que para el puente Madre Laura, fue un éxito.
“Los conflictos sociales son pocos. No se han visto tanto”, añade, en tanto reporta que para llevar a cabo la obra las autoridades expropiaron a 20 familias, aunque por vía administrativa, excepto una que debieron sacarla, por la fuerza.
Los detalles pendientes
Resuelto el tema social, la Administración Municipal no duda que el megaproyecto, que requirió una inversión superior a los 153.000 millones de pesos, será entregado en diciembre próximo para su uso.
Mientras se construyen las orejas de acceso a la Regional yse empezó a hacer otro acceso al puente en la zona de Carabobo, se finaliza la ubicación de estructuras en concreto que impiden que los vehículos se salgan de la vía o invadan los 3,5 kilómetros de ciclorrutas y 16.000 metros cuadrados de senderos peatonales que tendrá el puente.
“Falta el vaciado de concreto para tener las vigas y los lazos a los costados. Además, se mandaron a hacer las barandas para la protección del espacio peatonal y ciclorrutas”. acota Toro.
Entre los pendientes también están la iluminación de la estructura y su pavimentación. Además, el puente de Moravia, clave en el sistema vial que generara todo el intercambio Madre Laura, aguarda por la finalización de la instalación de las dos columnas principales, una en el costado oriental y otra en el occidental.
Los contrastes del progreso
Alicia Mora vive hace 15 años en el sector y no niega su tristeza por el dolor de muchos que debieron salir del barrio por la obra. “El progreso es importante. La ciudad está linda, pero mucha gente ha sufrido”, anota. Agradece poder ser testigo de una de las obras más importantes de infraestructura en la ciudad.
No sucede igual para Marta Jaramillo. Ella es, quizá, el símbolo del sacrificio de pocos para el progreso de muchos. Ahora deberá buscar, con 23 millones de pesos que dice le pagó el Municipio, su casa dónde rehacer su vida .
POR VÍCTOR ANDRÉS ÁLVAREZ C.
http://www.elcolombiano.com/antioquia/megaproyecto-del-puente-madre-laura-sera-entregado-en-diciembre-BM2482333